Soñar no cuesta tanto.
Coinciden en Carlos Paz luego de haber afianzado sus carreras gracias al concurso de Marcelo Tinelli.
SOÑADORES". Carlos Bernal, Vanesa Encina, Virginia Dobrich, Leandro Nimo y Pier Fritzsche (abajo, al medio).
Santiago Berioli.(La Voz de Cordoba)
O con un currículum extenso o recién incorporados al ambiente, Pier Fritzsche, Carlos Bernal, Virginia Dobrich, Vanesa Encina y Leandro Nimo tuvieron como punto común “Bailando por un sueño”, y ahora la temporada de Carlos Paz.
El programa de Marcelo Tinelli no sólo les dio la oportunidad de hacer lo que más les gusta ya no sobre las tablas de un teatro sino en la pantalla chica, sino que les agregó reconocimiento, fama y ese gustito interior tan intenso que significa hacer el bien a otros.
De Buenos Aires, Paraguay, Uruguay o la Patagonia, ellos, bailarines de profesión, son cinco de esos soñadores que hoy confluyen en la Villa en los espectáculos de revista. Gracias a la Villa acapara a la mayoría, menos a Dobrich de Carnaval de Estrellas.
Pier bailó primero con Dolores Barreiro, donde competían por una fundación de la ciudad de Azul; después con Karina Jelinek, con quien bailó por otra fundación. Virginia tuvo una parada difícil: bailar con “la Tota” Santillán por un pueblo careciente del norte de Uruguay. Leandro tuvo su sueño particular: ayudar a su hermano a volver a caminar luego de un accidente en moto del 2006, y Valeria Archimó tuvo mucho que ver con su recuperación.
Vanesa Encina bailó con Pablo Ruiz y eligió una fundación de su país, Paraguay, que tuvo que ver con su historia personal. Mientras que Carlos bailó con Eunice Castro, para ayudar a una fundación de Chaco.
–¿Cómo fue la experiencia del “Bailando por un sueño” para ustedes que vienen del teatro?
–(Pier) Te hacés más popular y la gente lo valora mucho. Yo bailaba hace un montón y esto me permitió llegar más a la gente. Eso está buenísmo. Fue una experiencia a todo nivel. Aprendí mucho.
–(Carlos) Cambia la forma en la que uno puede demostrar lo que hace. La exposición es enorme y está bueno. También fue buena la experiencia de entrenar tantas horas con alguien que no sabe bailar, eso estuvo muy bueno también.
–(Virginia) Lo principal que destaqué del programa era la exposición. Y yo lo pensé mucho, sobre todo porque me tocaba bailar con “La Tota”, y entonces lo pensé mucho. Yo bailé con una persona obesa que no podía ni moverse y me reconocían mucho mi trabajo. Eso es muy gratificante.
–(Vanesa) Para mí lo mejor fue representar a mi país, y que todo Paraguay me esté apoyando.
–(Leandro) En mi caso llegué sólo para ayudar a mi hermano. Y tuve la suerte de bailar con Valeria (Archimó). Eso fue impresionante porque era una academia constante, me abrió muchas puertas.
–¿Cómo eligieron el sueño de cada uno?
–(Pier) Yo tenía cosas familiares que me podían servir, pero que elegí no exponer porque iba a estar todo el certamen haciendo eso y no me llenaba. Buscamos con Ideas del Sur una fundación y decidimos competir por ellos.
–(Vanesa) En mi caso, yo elegí una fundación de mi país para ayudar a niños con leucemia y cáncer y a mí me tocó mucho porque mi padre murió de cáncer. Elegí sobre todo niños para que se pudiera ayudar a los chicos que es más fácil que se curen que los adultos. Si bien no ganamos y no les pudimos dar todo, a la fundación le sirvió porque se hizo conocida y hubo muchos aportes a partir del bailando.
–(Leandro) En mi caso, lo primero siempre es la familia y yo por ellos voy a luchar siempre. Cuando llegué al programa, para mí fue una herramienta. No lo sentí como una exposición ni nada; tenía mi fuerza en eso.
–(Virginia) Mi sueño era conseguir una camioneta para poder trasladar a mamás embarazadas y enfermos en la zona de Rivera, en mi país. Y no se cumplió. Se me había dicho que se iba a cumplir, pero no se dio. Yo quedé en contacto y en algún momento intentaré colaborar.
–(Carlos) La gente de Ideas tenía muchas fundaciones que no tenían representante. Como yo tampoco quería involucrar cosas personales, elegí ese camino hacia una en Chaco que hospedaba a 30 chicos sin ninguna ayuda. El “Bailando” sirvió para que el gobierno los ayude. Consiguieron muchas cosas.
–(Pier) El apoyo que tenés de las fundaciones, la responsabilidad que te da, los tenés siempre con vos. Eso está muy bueno. Aparte hace que la gente se entere adonde puede ayudar.
Si los sueños, sueños son, estos cinco bailarines desde un escenario, haciendo lo que saben, al menos pudieron cumplir el suyo.
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